un mundo de burbujas

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domingo, 5 de julio de 2015

Dejemos a los niños ser niños

"Mamá, Pablo me ha invitado ésta tarde a jugar a su casa, ¿ podemos ir?"

"Lo siento cariño, hoy tienes academia de inglés.. y no puedes faltar, que ya sabes que sino no irás suficientemente preparado al examen"


Como bien podéis imaginar, se trata de una conversación ficticia, inventada... pero para nada alejada de la realidad.

Los niños están dejando de ser niños.

No les dejamos crecer, ni formarse como seres individuales con sus propios criterios.

Queremos que sean borregos, HIPERocupados, que obedezcan y hagan lo que creemos que les convertirá en "hombres y mujeres hechos y derechos". Y si estamos muy cansados, les damos el Ipad o les ponemos la tele que así se están calladitos.

Las quejas y los problemas vienen cuando crecen y se convierten en adolescentes rebeldes, sin capacidad de decidir por sus propios medios lo que es correcto o no, que si sus amigos a los 13 años fuman y se van de fiesta, ellos también deben hacerlo porque es lo que hacen todos.

Entonces, llegados a ese punto, muchos padres se echan las manos a la cabeza y reniegan de lo rebelde que es su hijo, cuando ellos lo han educado " lo mejor que han podido".

No estamos aquí para juzgar a nadie ni meternos en la casa de aquellos que nos leáis y os sintáis molestos o enfadados con nuestras palabras, queremos romper una lanza por nuestros pequeños, por su futuro y por la necesidad de que sean, el día de mañana, mujeres y hombres felices.

Sí, amigos. Lo que sucede en la infancia influye directa y proporcionalmente a nuestra vida adulta. Una infancia feliz no garantiza una adultez feliz, pero si aumenta sus posibilidades.

¿ De verdad crees que un niño es feliz llevando una vida similar a la que hemos puesto en la imagen?
Algunos contestaran que sí. Supongo que sus argumentos serán" se lo pasa muy bien en el cole", "tiene muchos amigos allí"," ir a inglés o a kumon le ayudará en su vida académica, en un futuro"...

Pero lo cierto es: estos niños, como niños que son, ¿ no tienen derecho a jugar, a ilusionarse, a disfrutar?
¿ No tienen derecho a ser capaces de decidir si hoy les apetece ir al parque o si prefieren pasarse la tarde en casa jugando a construcciones?

La mayor parte de los niños son escolarizados a los 3 años ( pese a que muchos lo hacen desde los 4 meses de vida, que como maestras de infantil, nos horroriza e indigna con estas leyes y este sistema tan obsoleto y podrido  Mitos y verdades de las escuelas infantiles). Ésto implica que se pasan entre 6 y 7 horas sentados en una silla, delante de una pizarra, pantalla o libro. Los más pequeñines aún " tienen la suerte" que el tipo de educación que se les da, en algunos casos, es mucho más experimental y manipulativa.

Y cuando salen de la escuela, la gran mayoría se hincha a hacer actividades extraescolares que en muchos casos, ni han decidido ni han pedido hacer.

Pero, ¿que pasa si un niño de 5- 6 años muestra poco interés en la lectura pero mucho interés en el dibujo....?

                                                       ¡¡¡¡¡HORROR!!!!!!

¡¡¡¡¡¡¡No es posible!!!!! un niño a su edad ya debería saber leer y escribir, esto es un fracaso como maestros y como padres de este niño... (nótese la ironía..).
Necesitamos urgentemente que tome clases particulares, que haga refuerzo, que aprenda técnicas de estudio,...

¿ Qué conseguimos con todo ésto? ¿ niños que disfrutan de su infancia? 

NO
Conseguimos que los niños se sientan saturados, estresados, desilusionados, menospreciados y poco valorados por lo que quieren o desearían hacer.


Dejad que los niños tomen sus propias decisiones (dentro de unos límites respetuosos), que jueguen, que salten, que rían, que se diviertan, disfruten y sueñen.
Pero sobretodo, recordad de hacer todo eso con ellos. Volved a ilusionaros, a disfrutar. Dejad a un lado el trabajo que tanto tiempo os quita y, aveces tanto os amarga. Jugad con ellos.
No pasa nada si un día se da una ducha más tarde o si tenéis que pedir unas pizzas, para poder mirar una peli juntos.

Disfrutad de ellos y de vuestro tiempo con ellos.

El tiempo pasa deprisa, ellos crecerán y pronto dejaran de ser niños y les caerán miles de responsabilidades, de tareas, de obligaciones y de decisiones para su futuro...

Pero hasta entonces, dejad que salten sobre los charcos y bailen bajo la lluvia, que jueguen mucho, hasta cansarse y aburrirse, que pasen tiempo con vosotros, con sus amigos.

Porque vosotros, los padres, sois los únicos que podéis darles la oportunidad de ser niños.
No la desperdiciéis



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